El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha advertido este martes sobre la «magnitud» de la desnutrición que padecen las mujeres embarazadas y lactantes en la Franja de Gaza y su «efecto dominó» en «miles» de recién nacidos. La organización enmarca esta situación en la ofensiva israelí sobre el enclave palestino, actualmente bajo un frágil alto el fuego, tras un conflicto que se prolonga desde hace dos años y que ha dejado más de 70.300 muertos.
«El patrón es claro: madres desnutridas que dan a luz a bebés con bajo peso o prematuros, que mueren en las unidades de cuidados intensivos neonatales de Gaza o sobreviven, solo para enfrentarse ellas mismos a la desnutrición o a posibles complicaciones médicas de por vida», ha declarado la portavoz de UNICEF, Tess Ingram, que ha recordado que al menos 165 niños han muerto «de forma dolorosa y evitable por desnutrición durante la guerra».
Antes del inicio de la ofensiva israelí, en 2022, los datos del Ministerio de Sanidad gazatí reflejaban que una media mensual de 250 bebés, el cinco por ciento del total de nacimientos, llegaban al mundo con bajo peso, es decir, menos de 2,5 kilogramos.
En la primera mitad de 2025, pese a registrarse menos alumbramientos, el porcentaje de bebés con bajo peso se elevó al diez por ciento de todos los nacidos, en torno a 300 al mes. En los tres meses inmediatamente anteriores al alto el fuego (julio-septiembre), la media mensual escaló hasta unos 460 bebés, lo que supone unos 15 al día, casi el doble de la proporción anterior a la ofensiva.
Ingram, que ha relatado que en los hospitales de Gaza ha conocido a varios recién nacidos que no alcanzaban un kilogramo de peso, ha señalado que estos bebés presentan unas 20 veces más probabilidades de fallecer que aquellos que nacen con un peso considerado normal.
Estos recién nacidos requieren además una atención sanitaria especializada que muchos centros médicos de la Franja no están en condiciones de ofrecer, debido a la destrucción del sistema de salud, la escasez de personal y las trabas impuestas por las autoridades israelíes a la entrada de suministros médicos esenciales.
Según las cifras recopiladas, el número de bebés que fallecieron en su primer día de vida aumentó un 75 por ciento, pasando de una media de 27 al mes en 2022 a 47 al mes entre julio y septiembre de 2025. «No todo se puede atribuir al parto prematuro o al bajo peso al nacer, pero, junto con el aumento de las anomalías congénitas, los médicos me dicen que es algo habitual», ha expresado.
De acuerdo con Ingram, el bajo peso al nacer suele estar relacionado con una nutrición materna insuficiente, mayores niveles de estrés en las madres y una atención prenatal limitada. En Gaza confluyen estos tres factores. Entre julio y septiembre, alrededor del 38 por ciento de las embarazadas examinadas fueron diagnosticadas con desnutrición aguda, y solo en octubre se registraron 8.300 ingresos hospitalarios de mujeres (270 al día) por esta causa.
La portavoz de UNICEF ha insistido en «los efectos generacionales del conflicto en las madres y sus bebés», remarcando que, aunque «es menos visible que la sangre o las heridas», «es omnipresente». En este escenario, ha reclamado un incremento sustancial de la ayuda humanitaria hacia la Franja, con prioridad para reforzar la atención sanitaria y nutricional de mujeres embarazadas y lactantes, así como la reposición de los mercados locales con alimentos nutritivos suficientes.











