El organismo de las Naciones Unidas conocido como UNICEF ha registrado que un total de 680.000 niños han sido obligados a abandonar sus hogares este año a causa de la “violencia fuera de control” que azota a Haití, que se encuentra sumergido en “una crisis aún más profunda” debido al colapso de los servicios esenciales y la escasez de recursos humanitarios.
“Los niños y niñas de Haití están viviendo la violencia y el desplazamiento a un nivel aterrador”, declaró Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF, quien señaló que esta circunstancia les impide “sencillamente de ser niños”.
El informe de UNICEF indica que el número de niños desplazados ha crecido considerablemente en el último año, formando parte de los más de 1,3 millones de personas afectadas por la actual emergencia humanitaria. El documento titulado ‘La policrisis para la infancia en Haití’ revela que durante la primera mitad de 2025, los refugios temporales han aumentado a 246, de los cuales más del 33% carecen de infraestructuras básicas para la protección contra abusos y violencia, siendo mujeres y niños los más vulnerables.
Las escuelas en Haití se han transformado en albergues temporales, afectando la educación de casi medio millón de niños y jóvenes.
CRISIS SUPERPUESTAS
En Haití, diversas crisis se acumulan como consecuencia de los severos problemas de seguridad, especialmente en Puerto Príncipe, donde más del 85% del territorio está bajo el control de bandas criminales. Estas bandas no solo obstruyen la entrega de ayuda, sino que también amenazan la vida de los trabajadores humanitarios.
Más de 3,3 millones de niños necesitan asistencia, mientras que más de un millón enfrentan niveles críticos de inseguridad alimentaria. Se proyecta que cerca de 288.500 niños menores de cinco años padecerán desnutrición aguda este año, según UNICEF.
Hasta ahora, UNICEF y sus colaboradores han tratado a más de 86.000 niños con desnutrición y han proporcionado atención médica a 117.000 personas y agua potable a 140.000. Desde 2024, en colaboración con el Gobierno, han logrado desmovilizar y reintegrar a más de 178 niños que habían sido reclutados por bandas criminales.
A pesar de la gravedad de la situación, las campañas de apoyo internacional siguen recibiendo fondos insuficientes. “Sin una inyección inmediata de recursos, los programas vitales se verán severamente limitados, privando a miles de niños y niñas de la protección y la atención que necesitan con urgencia”, advirtió UNICEF.
Russell ha enfatizado que los niños haitianos “no pueden esperar” y ha reivindicado su derecho a “vivir seguros, sanos y en paz”, dejando su futuro en manos de la comunidad internacional. “Depende de nosotros actuar ahora por la infancia de Haití”, concluyó.