Marco Rubio, secretario de Estado estadounidense, ha determinado la cancelación de la visa del magistrado del Tribunal Supremo de Brasil, Alexandre de Moraes, quien lidera el caso judicial contra el exmandatario brasileño Jair Bolsonaro, así como a sus ‘aliados’ en la Corte y sus familiares, aunque no se han detallado más nombres, luego de haber establecido medidas cautelares en contra de Bolsonaro por financiar un esquema en Estados Unidos para proclamar su inocencia.
‘La cacería política del juez Alexandre de Moraes, del Tribunal Supremo Federal de Brasil, contra Jair Bolsonaro creó un complejo de persecución y censura tan amplio que no solo viola los derechos fundamentales de los brasileños, sino que también se extiende más allá de las fronteras de Brasil y afecta a los estadounidenses’, expresó Marco Rubio al anunciar la revocación del visado.
Este viernes, las autoridades brasileñas han inspeccionado el domicilio en Brasilia de Bolsonaro, aplicando varias medidas cautelares contra él, incluyendo el uso obligatorio de tobillera electrónica, restricciones para acercarse a embajadas, prohibición de uso de redes sociales y de comunicación con otros investigados en el caso que lo acusa de financiar en EEUU un plan para sancionar a oficiales brasileños y presionar por su absolución.
Bolsonaro se encuentra además sin pasaporte debido al proceso legal por la conspiración de 2022, tras las elecciones que llevaron a Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia de Brasil, donde el expresidente y otros siete individuos están imputados por intentar eliminar violentamente el Estado de derecho, entre otros crímenes, durante manifestaciones que buscaron tomar control de instituciones el 8 de enero de 2023.
Además, el exmandatario debe permanecer en su vivienda y evitar contacto con embajadores o diplomáticos extranjeros, en un contexto donde se rumoreaba que podría solicitar asilo a Trump, quien recientemente ha defendido a Bolsonaro en redes sociales.
Según investigadores, Bolsonaro ha usado cerca de dos millones de reales (300.000 euros) para promover sanciones contra funcionarios brasileños a través de su hijo, Eduardo, en Estados Unidos desde marzo, en un periodo donde el expresidente estadounidense, Donald Trump, ha mostrado gran interés por su caso.
Anteriormente, en mayo, Marco Rubio había advertido a De Moraes sobre posibles sanciones tras iniciar el proceso que indagaba esta conspiración, mencionando las ‘altas posibilidades’ de que esto sucediera.
‘Para los que todavía no entienden: No habrá marcha atrás’, declaró Eduardo Bolsonaro, hijo de Jair Bolsonaro y diputado federal de Brasil, también investigado en el caso, en un mensaje desde su cuenta de la red social X después de la decisión del gobierno estadounidense.