Este jueves, el Gobierno de Estados Unidos ha implementado un conjunto de sanciones dirigidas a entidades y embarcaciones que presuntamente están involucradas en la exportación de petróleo iraní, conocidas como la ‘flota en la sombra’. Según las autoridades de Washington, esta red contribuye a que Teherán evada las penalizaciones impuestas a una de sus principales fuentes de ingreso.
El Departamento del Tesoro ha agregado a su lista negra al empresario griego Antonios Margaritis, junto a varias compañías asociadas a él y a más de diez navíos. La gestión de Donald Trump considera que Margaritis ha estado «muchos años» ayudando en el transporte de petróleo de Irán.
Estas acciones son parte de la política de «máxima presión» que Trump reafirmó sobre Irán tras su regreso a la Casa Blanca. El exmandatario ha rechazado cualquier posibilidad de concesión, argumentando que Irán busca adquirir armamento nuclear.
Con estas nuevas medidas, se busca limitar la capacidad de Teherán para «financiar su programa armamentístico avanzado, apoyar a grupos terroristas y amenazar la seguridad de las tropas» tanto de Estados Unidos como de sus aliados, según explicó Scott Bessent, el secretario del Tesoro, en una declaración oficial.