Este lunes, la administración de Donald Trump ha revelado sanciones dirigidas a una red de centros de estafa en Asia Sudoriental, que han sido acusados de «robar miles de millones de dólares de ciudadanos estadounidenses usando trabajos forzados y violencia».
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento de Tesoro identificó a nueve «objetivos involucrados en operaciones» en un prominente centro de estafas de criptomonedas, operado por los rebeldes de la Unión Nacional Karen (KNU) en Shwekokko, una ciudad en la frontera birmana con Tailandia. Adicionalmente, cuatro individuos y seis entidades fueron sancionados en Camboya.
«La industria de las estafas cibernéticas en el Sudeste Asiático no solo amenaza el bienestar y la seguridad financiera de los estadounidenses, sino que también somete a miles de personas a la esclavitud moderna», declaró John Hurley, subsecretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera.
Según estimaciones, en 2024, ciudadanos «inconscientes» de Estados Unidos sufrieron pérdidas superiores a 10.000 millones de dólares (8.500 millones de euros) debido a estafas en esta parte del mundo, lo que representa un incremento del 66 por ciento en comparación con 2023.
«Bajo el liderazgo de Trump y el secretario, (Scott) Bessent, el Tesoro desplegará todos sus recursos para combatir la delincuencia financiera organizada y proteger a los estadounidenses del grave daño que estas estafas pueden causar», indicó un comunicado.