El gobierno de Estados Unidos ha anunciado una serie de sanciones dirigidas a más de 50 entidades, incluyendo empresas, individuos y navíos, acusados de integrar la red de exportación de petróleo y derivados de Irán. Según un comunicado del Departamento del Tesoro, estas medidas buscan intensificar las restricciones a las exportaciones iraníes, afectando a compañías de diversas nacionalidades como China, Panamá, Emiratos Árabes Unidos y Bangladesh.
Estas entidades han sido señaladas por ‘facilitar las ventas y exportaciones del petróleo procedente de Irán’. El Departamento del Tesoro ha afirmado que ‘Estos actores han permitido exportaciones valoradas de miles de millones de dólares en productos derivados del petróleo, lo que ha permitido al régimen iraní obtener recursos y apoyar a grupos terroristas que ponen en peligro Estados Unidos’.
El Secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha expresado que estas sanciones buscan ‘devaluar el flujo de dinero iraní mediante el desmantelamiento de elementos clave en la maquinaria de exportación de productos energéticos’. Esta es la cuarta serie de sanciones de la Administración Trump que incluye a refinerías chinas por su conexión con el petróleo iraní.
Además, el Tesoro ha destacado el uso de ‘tácticas para ocultar los envíos de petróleo’, apuntando principalmente a compañías chinas y de otras nacionalidades que ‘facilitan la entrega de estas mercancías’. Se ha informado que los exportadores iraníes a menudo ‘transfieren cargamentos entre buques de la flota, a veces con la ayuda de remolcadores en el golfo Pérsico y en aguas cercanas a las costas de Singapur y Malasia para ocultar el origen de sus cargamentos’.