Este viernes, Estados Unidos junto a Arabia Saudí, Egipto y Emiratos Árabes Unidos han demandado una “tregua humanitaria” de tres meses en Sudán, nación que enfrenta una de las peores crisis humanitarias a nivel global debido a una guerra civil que estalló en abril de 2023 entre el Ejército sudanés y las fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).
Los ministros de Exteriores de estos países han aclarado que la tregua tiene como objetivo principal facilitar la entrada ‘rápida’ de ayuda humanitaria en Sudán y buscar un ‘alto el fuego permanente’ de forma inmediata.
“Posteriormente, se debería iniciar y concluir un proceso de transición inclusivo y transparente en un plazo de nueve meses para satisfacer las aspiraciones del pueblo sudanés de establecer sin contratiempos un gobierno independiente, dirigido por civiles, con amplia legitimidad y rendición de cuentas, lo cual es clave para la estabilidad a largo plazo”, señala un comunicado conjunto.
Además, han acordado ‘seguir de cerca la implementación’ de estos plazos y han subrayado que ‘no existe una solución militar viable al conflicto’, instando a las partes a facilitar el acceso a la ayuda y a proteger a los civiles.
También han abordado el papel de actores militares externos en el conflicto, destacando que su ‘fin’ es crucial ‘para poner fin al conflicto’, ya que lo ‘intensifica y prolonga’, contribuyendo a la inestabilidad regional.
Asimismo, han reiterado que ‘el futuro de Sudán no puede ser dictado por grupos extremistas violentos que forman parte o están evidentemente vinculados a los Hermanos Musulmanes, cuya influencia desestabilizadora ha alimentado la violencia y la inestabilidad en toda la región’.
En definitiva, se han comprometido a ‘hacer todos los esfuerzos políticos para apoyar una solución negociada del conflicto con la participación activa’ de las partes; promover condiciones que garanticen la seguridad de la región; contrarrestar las amenazas transnacionales a la seguridad que plantean las organizaciones terroristas; negar espacio a actores desestabilizadores que buscan beneficiarse del conflicto.
La guerra civil en Sudán surgió por diferencias en torno a la integración del grupo paramilitar en las Fuerzas Armadas, tras la transición iniciada con el derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir, agravada por el golpe que depuso al entonces primer ministro, Abdalá Hamdok.