El Gobierno de Estados Unidos ha informado este viernes de que pondrá fin al estatus de protección temporal concedido a los migrantes etíopes, al considerar que su regreso al país de origen ya no implica un riesgo significativo para su integridad.
Con esta decisión, los ciudadanos etíopes en situación irregular dispondrán de un plazo máximo de 60 días para abandonar el territorio estadounidense. A partir del 13 de febrero de 2026, el Departamento de Seguridad Nacional estará facultado para detener a cualquier etíope que permanezca sin un estatus migratorio válido, exponiéndoles además a una prohibición de entrada de por vida a Estados Unidos.
La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, justifica la medida al afirmar que “la situación en Etiopía ya no representa una amenaza grave a la seguridad personal de los etíopes que regresan a su país”, de acuerdo con el comunicado difundido por su departamento.
Este estatus de protección temporal se concede precisamente cuando se considera que el retorno de los inmigrantes a su país puede suponer un peligro, ya sea por conflictos armados activos —como la guerra de Tigray, que se desarrolló entre 2020 y 2022—, por catástrofes naturales o por otras circunstancias excepcionales o transitorias que pongan en riesgo su seguridad.
Noem ha insistido, no obstante, en que “la protección que otorga el estatus está limitada en el tiempo, y en modo alguno”, ha señalado a través de un portavoz, “representan un billete para la residencia permanente” en Estados Unidos.











