En un reciente comunicado, las autoridades de Florida, Estados Unidos, anunciaron que Kayle Bates, un hombre de 67 años, fue ejecutado tras ser hallado culpable de secuestrar y asesinar a Janet Renee White en 1982. White, una mujer de 24 años, era empleada de una compañía de seguros en Lynn Haven en el momento de su muerte.
White fue raptada mientras volvía a su trabajo después de comer. Un tribunal estadounidense determinó que Bates la apuñaló repetidamente en un área boscosa cercana al lugar de trabajo de la víctima.
La ejecución de Bates se llevó a cabo mediante inyección letal a las 18:17 (hora local) en la prisión estatal de Florida. Con esta ejecución, se eleva a 29 el número de ejecuciones realizadas en 2025 en Estados Unidos.
Un aumento en el número de ejecuciones
Este año se ha alcanzado la cifra más alta de ejecuciones desde 2014, año en que se ejecutaron a 35 reclusos, de los cuales 24 fueron por inyección letal, dos por fusilamiento y tres por asfixia con gas inerte.
