Este lunes, los países miembros de la Unión Europea han consensuado la extensión por un año adicional de las sanciones impuestas a los implicados en el conflicto civil en Sudán, donde persisten los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS) y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), junto con sus milicias aliadas.
Los 27 estados de la UE han aprobado continuar con el régimen de sanciones dirigido a diez individuos y ocho entidades “responsables de desestabilizar Sudán y obstruir su transición política”.
Las sanciones europeas comúnmente incluyen prohibiciones de viaje dentro de la UE y la congelación de activos de las personas afectadas, además de prohibir la disponibilidad de recursos económicos para ellos en la Unión.
Hace dos años, la UE implementó un conjunto de sanciones contra los líderes del conflicto civil, que comenzó en abril de 2023 debido a desacuerdos sobre la integración de un grupo paramilitar, ahora considerado organización terrorista, dentro de las Fuerzas Armadas. Estas sanciones, vigentes desde enero de 2024, se aplican tanto al ejército sudanés como a las RSF rebeldes.
Este conflicto ha sido crucial en la interrupción de la transición política iniciada en 2019 tras el derrocamiento de Omar Hasán al Bashir, quien fue presidente de Sudán durante casi tres décadas.
