Este viernes, la Unión Europea ha decidido prorrogar las sanciones impuestas a individuos y organizaciones asociadas con la injerencia de Rusia en asuntos internacionales, que incluyen homicidios de disidentes más allá de sus fronteras y la manipulación de opiniones públicas y procesos democráticos en Europa.
Con esta acción, los Veintisiete han extendido hasta octubre de 2026 las restricciones sobre 47 personas y 15 entidades implicadas en actividades ‘híbridas’. Estas actividades abarcan desde la manipulación e interferencia en asuntos internos de los estados miembros hasta asesinatos en el extranjero y actos que desestabilizan el continente.
En 2024, la UE estableció este régimen de sanciones dirigido a individuos que realicen, apoyen o se beneficien de actividades que el Gobierno de la Federación Rusa lleve a cabo y que «amenazan la democracia, el Estado de Derecho, la estabilidad o la seguridad en la Unión».
Este esfuerzo busca proteger a la UE de intentos de sabotaje o injerencia en sus procesos democráticos y de alterar la paz y la seguridad dentro del bloque. Los sancionados, que incluyen principalmente a agentes de seguridad, militares y figuras clave en medios de comunicación y propaganda rusa, enfrentan prohibiciones de viaje a la UE y tienen sus activos congelados dentro de la Unión, además de estar sujetos a la restricción de no recibir recursos de terceros dentro de la Unión.