Recientemente liberado, el exmandatario colombiano Álvaro Uribe ha declarado que ganaremos tranquilamente las próximas elecciones de 2026. Estas palabras fueron pronunciadas en su primer evento público tras ser eximido del arresto domiciliario que le fue impuesto desde principios de agosto por acusaciones de soborno de testigos y fraude procesal.
Nosotros vamos a ganar tranquilamente (…) Nosotros no vamos a decir ‘fuera’, vamos a decir ‘adentro la democracia’, expresó Uribe, respondiendo así a algunos seguidores que exclamaban ‘fuera Petro’, en referencia al actual presidente de Colombia.
En un evento en Sabatena, cerca de Medellín, Uribe, a sus 73 años, se reunió con partidarios del Centro Democrático, su partido político. Acompañado de escoltas, caminó entre la multitud que lo recibió con banderas y lemas de apoyo.
Además, Uribe confirmó en su perfil de la red social X que ha recibido la boleta de libertad, reafirmando que cada minuto de mi libertad lo dedicaré a luchar por la libertad de Colombia.
El Tribunal Superior de Bogotá dispuso el martes la liberación inmediata de Uribe, revocando el arresto domiciliario impuesto hasta tanto este Tribunal defina el recurso de apelación interpuesto contra esa determinación de primera instancia.
Uribe, quien enfrenta una condena de 12 años de prisión domiciliaria y una inhabilitación por más de ocho años, además de una multa superior a 3.444 millones de pesos, ha negado constantemente las acusaciones, alegando ser objeto de una persecución política. La jueza Sandra Heredia indicó que Uribe habría incitado a intermediarios para manipular testigos en prisión, buscando beneficios en sus testimonios. Según las investigaciones, el abogado Diego Cadena habría intentado persuadir a exparamilitares para alterar sus declaraciones sobre presuntos lazos de Uribe y su hermano, Santiago, con grupos paramilitares.
El caso se inició en 2012 cuando Uribe acusó al senador Iván Cepeda de fabricar falsos testimonios en su contra. No obstante, las evidencias presentadas transformaron a Cepeda de acusado a víctima, mientras Uribe pasó de demandante a investigado.
















