Este martes, el Gobierno de Venezuela ha presentado una acusación formal ante la ONU, argumentando que la presencia militar de Estados Unidos en el mar Caribe constituye una “amenaza” para el “sistema internacional de control de drogas” y podría establecer un precedente preocupante en la región.
La representación venezolana ha expuesto sus preocupaciones en la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), indicando que la acción de EE.UU. podría llevar a futuras declaraciones de guerra contra naciones que, según Washington, no colaboren adecuadamente en la lucha contra el narcotráfico, según recoge VTV.
Los delegados de Venezuela han alertado que aceptar esta situación como normal podría provocar el colapso de la ONUDD y del marco legal internacional establecido desde 1961 para abordar el problema global de las drogas y la delincuencia organizada.
Además, han denunciado que la estrategia de EE.UU. de atacar “una lista secreta y extensa de carteles y presuntos narcotraficantes” es un intento de justificar el uso de la fuerza militar en suelo extranjero y han calificado los ataques a embarcaciones en el Caribe como “ejecuciones extrajudiciales”.
La delegación venezolana ha instado al Consejo de Seguridad de la ONU a tomar medidas para evitar un deterioro de la situación y ha solicitado a sus miembros que respeten la soberanía y la integridad territorial de Venezuela.
El mismo día, el presidente estadounidense Donald Trump anunció un nuevo ataque contra una supuesta narcolancha en las costas venezolanas, resultando en la muerte de seis personas. Trump también mencionó que considera “muy en serio” la posibilidad de más acciones contra los cárteles de droga en territorio venezolano, describiendo a Venezuela como “muy, muy peligroso”.
En respuesta, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha firmado un decreto para un estado de emergencia en previsión de posibles agresiones externas, tras las recientes declaraciones de Trump y otros altos funcionarios estadounidenses.