El Gobierno de Venezuela ha repudiado la captura de un buque cargado con hidrocarburos venezolanos y ha advertido de que adoptará las medidas necesarias para que este hecho no quede “impune”. Se trataría del segundo petrolero venezolano requisado por Estados Unidos tras el bloqueo impuesto a todos los barcos de crudo que entren o salgan del país latinoamericano.
“La República Bolivariana de Venezuela denuncia y rechaza categóricamente el robo y secuestro de un nuevo buque privado que transportaba petróleo venezolano, así como la desaparición forzada de su tripulación, cometidos por efectivos militares de los Estados Unidos de América en aguas internacionales”, reza el comunicado emitido por el Gobierno de Nicolás Maduro.
Las autoridades venezolanas han tildado de “piratería” esta nueva incautación, que vulneraría diversos principios del Derecho Internacional y constituiría una “flagrante comisión” de un “delito”.
“El modelo colonialista que pretende imponer el Gobierno de los Estados Unidos con este tipo de prácticas fracasará y será derrotado por el pueblo venezolano”, han aseverado las autoridades de Caracas.
El Ejecutivo venezolano sostiene que las decisiones del Gobierno estadounidense, encabezado por el presidente Donald Trump, no impedirán que el país continúe “adelante con su crecimiento económico” ni con el “desarrollo de su industria de hidrocarburos de manera independiente y soberana”.
El Gobierno de Maduro ha anunciado que “ejercerá todas las acciones correspondientes” para que estos hechos no queden “impunes”, entre ellas la presentación de una denuncia ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y otros foros internacionales.
Trump anunció este martes un bloqueo “completo y total” contra todos los petroleros que operen en Venezuela, país al que ha acusado de “apropiarse de (su)” crudo y al que ha amenazado con intensificar las hostilidades si no lo devuelve “de inmediato” a Washington.
Seis días antes de esta orden, fuerzas estadounidenses desplegadas en el mar Caribe ya habían interceptado el petrolero ‘Skipper’, por lo que esta nueva operación se convierte en la segunda acción dirigida a capturar un buque que supuestamente intentaba eludir el bloqueo.
La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, ha advertido que “Estados Unidos continuará persiguiendo el tráfico ilícito del petróleo sancionado que se utiliza para financiar el narcoterrorismo en la región”.
Las maniobras militares de Estados Unidos en el Caribe han provocado ya más de 100 víctimas mortales, mientras Washington mantiene la presión con nuevas sanciones contra dirigentes chavistas en una escalada de tensión que, según Caracas, apunta a un posible cambio de régimen.