El Ejecutivo de Venezuela ha descartado este lunes que Panamá pueda desempeñar un papel de mediación entre Washington y Caracas en el contexto del incremento de la presión internacional sobre Nicolás Maduro, los ataques de Estados Unidos contra supuestas narcolanchas en el Caribe —que han provocado más de 80 muertos— y las advertencias sobre una posible intervención militar en territorio venezolano, subrayando que “en Panamá se hace lo que diga Estados Unidos”.
“En Panamá no hay gobierno, ahí se hace lo que diga Estados Unidos. Que un mamarracho que esté ahí diga eso. Yo no sé con quién, a qué se refiere, mediador en qué, en qué. No hay ni gobierno, deberían mediar con su pueblo”, ha declarado en rueda de prensa el ministro del Interior venezolano, Diosdado Cabello.
El dirigente chavista, que también ejerce como secretario del Partido Socialista Unido de Venezuela, ha insistido en que “tenemos muy claro lo que estamos haciendo y lo que se hace en este país todos los días, a pesar de gente que no pierde momento para lanzar un dardo contra el pueblo de Venezuela, un dardo envenenado contra nuestro pueblo”.
Las palabras de Cabello se producen en paralelo al encuentro mantenido este lunes en Oslo (Noruega) entre el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, y familiares de María Corina Machado, con motivo de los actos relacionados con el Premio Nobel de la Paz, que este año se entregará a la líder opositora venezolana.
Estas manifestaciones del Gobierno venezolano se conocen también pocos días después de que el viceministro de Exteriores panameño, Carlos Hoyos, señalara en su cuenta de la red social X que “Panamá apoya al presidente electo, Edmundo González, y lo que podamos hacer para facilitar el proceso para que esa voluntad popular venezolana sea respetada así haremos, incluyendo dar asilo temporal a miembros del régimen si fuera necesario”.










