La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, ha afirmado este miércoles que el Nobel de la Paz 2025, concedido a la opositora María Corina Machado y recogido en su nombre por su hija Ana Corina Sosa en Oslo, constituye un “premio manchado de sangre”. La galardonada no pudo llegar a tiempo a la ceremonia organizada en la capital noruega, por lo que fue su hija quien subió al estrado para recibir la distinción.
Rodríguez ha cargado con dureza contra el acto de entrega del premio, al que ha descrito como un auténtico fiasco. “En Noruega asistieron a un velorio. Un fracaso, fracaso total, el show fracasó”, ha declarado, insistiendo en que Machado decidió no acudir al evento “por miedo” al rechazo del pueblo noruego. Según la vicepresidenta, sectores de la población salieron a las calles para protestar contra lo que consideraban “era un premio manchado de sangre”, tal y como ha difundido el canal Globovisión.
La mano derecha de Nicolás Maduro ha ido más allá y ha vinculado la ceremonia con los apoyos internacionales a la ofensiva de Israel en Palestina. Ha asegurado que entre los asistentes a este “show” se encontraban los mismos actores políticos que, en su opinión, han respaldado el “genocidio” israelí contra el pueblo palestino. “Allí fueron a parar, aplaudir un premio sangriento. (…) Allí fueron los sionistas, fracasados, a sumar un show más en su triste agenda contra los pueblos libres del mundo”, ha enfatizado Rodríguez.
Mientras tanto, la situación personal de María Corina Machado continúa marcada por la clandestinidad. La dirigente opositora permanece desde hace meses oculta en un lugar no revelado dentro de Venezuela para evitar ser detenida por las autoridades. No obstante, de acuerdo con fuentes citadas por el diario estadounidense ‘Wall Street Journal’, habría abandonado recientemente el país. Esas fuentes sostienen que salió a bordo de una embarcación con rumbo a Curaçao y, desde ese territorio caribeño, habría tomado posteriormente un vuelo con destino a Noruega.











