Las intensas precipitaciones que han golpeado el suroeste de Vietnam desde el último fin de semana han causado la muerte de al menos 55 personas, mientras que otras 13 siguen desaparecidas. Este fenómeno climático extremo ha afectado al país desde finales de agosto, y en octubre, Vietnam fue azotado por tres tifones consecutivos.
Las áreas más afectadas incluyen la región montañosa del Altiplano Central, específicamente en las provincias de Gia Lai, Dak Lak (donde se registraron 16 muertes, el mayor número) y Khanh Hoa. Según estimaciones del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, los daños materiales superan los 100 millones de euros.
La agencia de noticias VNA reporta que cerca de 29.000 hogares han sufrido inundaciones parciales, y de estos, alrededor de mil han sido severamente dañados. Además, 16 localidades permanecen aisladas debido a las inundaciones. Las pérdidas agrícolas abarcan casi 300.000 hectáreas de terreno, y más de tres millones entre ganado y aves de corral han perecido.
Un dato alentador es que, según las autoridades, casi un 25 por ciento de los hogares en la región afectada han logrado restablecer la electricidad este domingo.
Para enfrentar esta crisis, el gobierno del primer ministro Pham Minh Chính ha desplegado tres delegaciones lideradas por viceprimeros ministros, con el objetivo de supervisar y coordinar las labores de respuesta y recuperación ante la catástrofe.
