Este jueves, la presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, ha emitido un decreto para disolver el Parlamento y ha convocado a elecciones anticipadas, las cuales deben celebrarse en un período no mayor a 40 días, tras el fracaso del candidato del partido en el poder, Glauk Konjufca, para obtener el apoyo necesario de la Cámara el día anterior.
“De conformidad con la Constitución de la República de Kosovo y la legislación vigente, así como tras recibir la decisión de la Asamblea de Kosovo sobre la imposibilidad de formar Gobierno, la presidenta de la República de Kosovo ha disuelto hoy la novena Legislatura de la República de Kosovo”, indica un comunicado oficial de la Presidencia.
Durante una conferencia de prensa, Osmani explicó que ha descartado la posibilidad de realizar elecciones el 4 de enero debido a la falta de presupuesto, ya que la Comisión Electoral solo podría contar con un millón de euros, una suma insuficiente para llevar a cabo las elecciones en esa fecha. En consecuencia, los comicios se llevarán a cabo probablemente el 28 de diciembre.
Por su parte, el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, ha acogido con satisfacción este anuncio y ha expresado a través de Facebook la importancia de “garantizar que las instituciones cuenten con el tiempo suficiente para realizar todos los preparativos necesarios a fin de que el proceso electoral sea ordenado, justo y democrático”.
La decisión de convocar a elecciones se toma después de que Konjufca, del partido Vetëvendosje (Autodeterminación), no lograra los apoyos necesarios para formar Gobierno. El Parlamento ya había rechazado el pasado 26 de octubre otra propuesta de Kurti para formar gabinete.
Las elecciones parlamentarias más recientes se llevaron a cabo el 9 de febrero, donde el partido de Kurti, que ha gobernado Kosovo por más de cinco años, no logró una mayoría absoluta, desencadenando así una situación de inestabilidad política. Esta convocatoria a elecciones anticipadas ocurre en un contexto de dificultades económicas, con los presupuestos de 2026 pendientes de una aprobación casi imposible y, con ello, millones de euros en ayuda de la Unión Europea en juego.
