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Von der Leyen y Costa dan por hecho el respaldo para sellar el acuerdo con Mercosur en tres semanas

Von der Leyen y Costa prevén firmar el acuerdo UE-Mercosur en enero tras un breve retraso por las presiones de Francia e Italia y a la espera de nuevas salvaguardas.

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Von der Leyen y Costa dan por hecho el respaldo para sellar el acuerdo con Mercosur en tres semanas

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La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa, se han mostrado seguros de que el tratado de libre comercio con Mercosur logrará el respaldo necesario entre los Veintisiete para poder firmarse finalmente “dentro de tres semanas”, pese al “ligero” aplazamiento provocado por la presión de Francia e Italia.

“Después de 26 años de negociaciones, un ligero retraso de tres semanas, es tolerable”, ha señalado Von der Leyen en una rueda de prensa en Bruselas, al término de un Consejo Europeo en el que Mercosur no figuraba en el orden del día, aunque acabó colándose en las discusiones por las dificultades para que los 27 otorgaran su mandato a la jefa del Ejecutivo comunitario para viajar a Brasil y cerrar el pacto. “Confío en que tendremos la mayoría suficiente, aún hay trabajo por hacer”, ha apuntado.

Costa, que también tenía previsto acompañar a Von der Leyen en la firma, ha subrayado igualmente que se den las condiciones para rubricar el acuerdo en apenas tres semanas, tras 26 años de conversaciones. Asimismo, ha puesto en valor los esfuerzos de la Comisión para responder a las inquietudes del campo y sacar adelante las salvaguardas y cláusulas espejo exigidas por el sector con el fin de amortiguar el impacto del tratado.

Von der Leyen ha atribuido el retraso a la necesidad de contar con “algunas semanas adicionales” para “abordar” cuestiones pendientes con determinados Estados miembro, aunque se ha mostrado “convencida” de que las reticencias quedarán despejadas en ese plazo.

Así, la presidenta de la Comisión ha reiterado su intención de celebrar “con éxito” la firma del acuerdo en “enero” y ha valorado que el intercambio con los jefes de Estado y de Gobierno de la UE durante la cumbre de Bruselas ha permitido “un avance allanar el camino”, pese a que en la práctica supone posponer una rúbrica que se esperaba para el próximo sábado, día 20.

“Necesitamos algunas semanas adicionales para abordar algunos asuntos con los Estados miembro. Nos hemos puesto en contacto con nuestros socios del Mercosur y hemos acordado posponer ligeramente la firma”, ha indicado la dirigente conservadora alemana, sin citar países concretos, aunque en los últimos días han sido Francia e Italia quienes han encabezado la presión para retrasar el acto.

En cualquier caso, Von der Leyen ha insistido en que el nuevo acuerdo comercial entre ambas regiones es “de crucial importancia para Europa” en los planos económico, diplomático y geopolítico.

“Abre nuevas oportunidades comerciales y económicas para todos nuestros Estados miembro”, ha defendido la presidenta del Ejecutivo comunitario, antes de reivindicar el avance logrado, después de que a primera hora del jueves, cuando arrancó la cumbre, “no había un camino claro” para el acuerdo.

SALVAGUARDAS

Los países de Mercosur y la Comisión Europea, que actúa en nombre de los 27 en política comercial, preveían estampar la firma del pacto este sábado, 20 de diciembre, al margen de una cumbre en Foz de Iguazú, justo días después de cumplirse un año desde que se anunciara en Montevideo el cierre de las negociaciones.

No obstante, para que esa firma pudiera producirse y permitir su aplicación provisional mientras se completa el proceso de ratificación, Von der Leyen necesitaba un mandato formal de los Veintisiete, adoptado por mayoría cualificada de los Estados miembro.

El aviso del presidente francés, Emmanuel Macron, de que el texto en su versión actual sigue sin ser aceptable para Francia complicaba la luz verde al mandato, aunque no alcanzaba la minoría de bloqueo necesaria para tumbarlo, pese a las reservas de otros socios como Polonia, Hungría, Austria y Bélgica.

Finalmente, ha sido la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien este mismo jueves ha advertido de que consideraba precipitado firmar ahora el pacto, aunque se mostraba dispuesta a hacerlo más adelante, una vez atendidas las demandas del sector agrario, inclinando así la balanza y frustrando la ceremonia prevista para el sábado.

De hecho, Lula y Meloni han mantenido una conversación telefónica este jueves para constatar que no se daban las condiciones para mantener el acto en Iguazú, pero sin cerrar la puerta a que el acuerdo comercial pueda adoptarse el mes que viene.

Entre los elementos clave para conseguir el respaldo de Roma figuran las salvaguardas pactadas esta misma semana entre el Consejo (gobiernos) y el Parlamento Europeo, que contemplan, entre otros aspectos, la vigilancia de los mercados y la posibilidad de suspender la entrada de productos sensibles si se detectan graves distorsiones para los productores europeos.

Estas disposiciones, sin embargo, siguen pendientes de su aprobación definitiva por los colegisladores europeos y no podrán estar operativas antes de enero.

Es un calendario que también evocó Macron a su llegada a la cumbre de Bruselas, al reclamar esperar a que esas medidas se concreten y se desarrollen otras iniciativas anunciadas por la Comisión pero aún por perfilar, como el refuerzo de los controles aduaneros.