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World Vision alerta de que la infancia en Ucrania afronta graves penurias este invierno por la ofensiva rusa

World Vision advierte de un invierno extremo para la infancia en Ucrania por los ataques rusos, con cortes de luz, agua y calefacción y más riesgo para su salud.

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Una mujer ucraniana residente en la provincia de Mikolaiv en medio del invierno y ante la invasión desatada por Rusia en febrero de 2022 ANASTASIIA HAVIUK/WORLD VISION

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La ONG World Vision ha advertido este martes de que los niños y niñas en Ucrania “se enfrenta a dificultades extremas este invierno” debido a los continuos cortes de electricidad, agua y calefacción provocados por los ataques del Ejército ruso desde el inicio de la invasión ordenada por Vladimir Putin en febrero de 2022.

El director de Respuesta a la Crisis de Ucrania de World Vision, Arman Grigoryan, subraya que “la infancia en Ucrania se enfrenta a dificultades extremas este invierno” y detalla que “en algunas zonas, las familias pasan hasta 36 horas sin calefacción, electricidad ni agua”.

Según Grigoryan, “esta prolongada falta de servicios básicos pone en grave riesgo la salud de los niños y niñas, interrumpe su educación y amenaza su bienestar general”. Además, recalca que “se necesita urgentemente apoyo humanitario, incluyendo suministros de invierno, espacios seguros y asistencia psicosocial, para protegerlos”.

La organización resalta que se esperan temperaturas inferiores a los diez grados bajo cero mientras los menores ucranianos soportan una media diaria de entre 16 y 17 horas de cortes de luz, lo que les deja sin calefacción, electricidad ni agua en el tramo más duro del invierno.

World Vision indica también que casi el 40 por ciento de los niños en edad escolar depende ahora de la educación a distancia o de modelos mixtos, gravemente condicionados por los apagones. Estos cortes impiden asistir con normalidad a clase, cargar los dispositivos o terminar las tareas, y dificultan que escuelas y guarderías puedan operar con seguridad.

Andri, un niño de nueve años que vive en Kiev, confiesa que “se frustra” cuando se producen interrupciones del suministro eléctrico, ya que “no se puede hacer nada”. “No hay ni calefacción, ni comida, ni se puede estudiar, y en nuestro apartamento hace mucho frío”, explica en declaraciones a World Vision.

La ONG incide en que los ataques rusos contra la infraestructura energética ucraniana han golpeado de lleno al sistema de calefacción doméstico. Una de cada cinco familias reporta problemas de salud vinculados a las bajas temperaturas, un peligro añadido para los menores con patologías crónicas.

“Los cortes de luz ocurren a diario. Vivimos en un apartamento pequeño y todo depende de la electricidad”, relata Hanna, de 38 años y madre de tres hijos, que reside en Kiev tras haber sido desplazada desde la provincia de Donetsk, parcialmente ocupada por las fuerzas rusas.

“Cuando hay cortes de luz, no hay calefacción y hace mucho frío. No puedo cocinar para mis hijos, y veo que están más estresados y se resfrían con más frecuencia”, lamenta Hanna, en un contexto en el que la violencia contra la población civil se ha intensificado, con un 26 por ciento más de víctimas entre enero y noviembre que en el mismo periodo en 2025.

Ante este escenario, World Vision señala que está reforzando sus programas de respuesta al invierno. Entre sus acciones figura la entrega de ayuda económica a las familias para afrontar el coste de los suministros básicos, así como la distribución en las zonas de primera línea de kits que contienen colchones, sacos de dormir, mantas térmicas, mantas de aluminio de rescate, baterías externas, termos, hornillos portátiles con combustible seco y linternas de batería.