El presidente de China, Xi Jinping, ha señalado este miércoles en su mensaje de Fin de Año que la "reunificación" con Taiwán constituye una "tendencia" irreversible, apoyada en los lazos de "sangre" que, según ha subrayado, comparten las poblaciones a ambos lados del estrecho.
"Los chinos de ambos lados del Estrecho de Taiwán estamos unidos por sangre y parentesco. La reunificación de nuestra patria, una tendencia de los tiempos, es imparable", ha manifestado el dirigente chino, coincidiendo con el inicio esta semana de nuevos ejercicios militares en la zona.
En paralelo, el presidente de Taiwán, Lai Ching Te, ha avisado este mismo miércoles de que las últimas maniobras militares de China amenazan no solo la estabilidad regional, sino también "la paz en el mundo".
"La expansión autoritaria de China y su creciente coerción han generado una gran incertidumbre y han puesto en peligro la estabilidad regional, al tiempo que han afectado a la navegación, el comercio y la paz en el mundo", ha declarado el mandatario taiwanés durante un acto de graduación castrense.
En su alocución a la ciudadanía, Xi ha adoptado un tono marcadamente triunfalista al poner en valor los avances del país en el ámbito tecnológico, desde la inteligencia artificial hasta la industria de los semiconductores.
"China se ha convertido en una de las economías de más rápido crecimiento del mundo en términos de capacidad de innovación", declaró en su discurso, en el que igualmente ensalzó el progreso de los sectores aeroespaciales y de defensa.
"Nuestras capacidades económicas, tecnológicas y de defensa nacional, junto con nuestra fortaleza nacional en general, han alcanzado nuevas cotas", afirmó Xi.
"Todo esto ha hecho de China una de las economías con capacidades innovadoras de más rápido crecimiento. Las innovaciones y creaciones no solo han fomentado las fuerzas productivas de calidad, sino que también han coloreado nuestras vidas", ha remachado el presidente chino.