En un reciente fallo del Tribunal Penal Especializado de Saná, capital de Yemen, presidido por el juez Yahya al Mansur y el juez Rabie al Zubair, se ha dictado la pena de muerte para 17 individuos. Estas personas fueron encontradas culpables de espionaje en un caso que involucra a servicios de inteligencia extranjeros, incluidos los de Estados Unidos, Israel, Reino Unido y Arabia Saudí.
Según informes de la agencia de noticias Saba, que está bajo control hutí, la ejecución se llevará a cabo por pelotón de fusilamiento y de manera pública, como medida disuasoria. En el mismo juicio, otros dos acusados fueron condenados a diez años de prisión, mientras que uno más fue absuelto de todos los cargos.
Los condenados habrían colaborado con estas naciones entre 2024 y 2025, siguiendo instrucciones del Mossad israelí y utilizando dispositivos de comunicación encriptados suministrados por los mismos. Además, se les entrenó para manejar cámaras ocultas y conectarlas a sistemas de transmisión en vivo.
La información que proporcionaron incluía detalles sobre ubicaciones y movimientos de líderes yihadistas, así como datos críticos sobre la situación política, militar y de seguridad de la región. Reportaron también sobre misiles, sus puntos de lanzamiento y almacenamiento. Como compensación, los espías recibieron pagos monetarios.
