Un juzgado en Suecia ha dictaminado cadena perpetua contra un combatiente yihadista de nacionalidad sueca por su rol en el asesinato de un piloto de Jordania, quien fue incinerado mientras estaba encerrado en una jaula en Siria en 2015, en un suceso que fue filmado y difundido.
El Tribunal del Distrito de Estocolmo ha determinado que el implicado, Osama Krayem, es responsable de un severo crimen de guerra y un delito de terrorismo. No se puede considerar ninguna alternativa a la cadena perpetua, ha expresado la jueza Anna Liljenberg Gullesjo, señalando que la ejecución fue una ejecución brutal y grabada, llevada a cabo con gran crueldad con el fin de difundir el mensaje de Estado Islámico.
Las pruebas demuestran que el acusado se encontraba en el lugar de la ejecución, uniformado y armado, y se dejó grabar. (…) Fue otro hombre quien inició el fuego y causó directamente la muerte del piloto (…) El acusado contribuyó con sus acciones de forma tan activa en la muerte del piloto que debe ser considerado coautor, explicó la jueza.
De acuerdo con la jueza, las acciones de Krayem incluyeron custodiar al piloto antes y durante su ejecución y transportarlo a la jaula donde fue quemado. El tribunal concluyó que las evidencias muestran que Krayem actuó con premeditación en la ejecución, filmación, distribución del vídeo y con el objetivo de intimidar gravemente a una población.
Actualmente, Krayem cumple una condena en Francia pero fue trasladado a Suecia como parte de un acuerdo para realizar el juicio. Anteriormente, Krayem había sido sentenciado a 30 años de prisión y a cadena perpetua por su participación en los atentados terroristas de París de 2015 y Bruselas en 2016.