Yoon Suk Yeol, el expresidente surcoreano destituido tras proclamar la ley marcial en diciembre de 2024, ha hecho su primera aparición en los juzgados este viernes desde que fue arrestado en julio, después de varios intentos fallidos de la Fiscalía por llevarlo a juicio desde el centro de detención donde estaba recluido.
Trasladado desde el Centro de Detención de Seúl al Tribunal de Distrito Central, Yoon ha asistido a la inicial audiencia judicial enfrentándose a acusaciones de abuso de poder y falsificación de documentos en relación con la controvertida ley marcial, intentando así limitar las funciones del parlamento ante una creciente presión política.
La sesión judicial comenzó a las 10:15 de la mañana (hora local), donde Yoon, vestido con un traje negro y notablemente más delgado, obedeció las directrices de los guardias de seguridad, de acuerdo con lo reportado por la agencia Yonhap.
Los abogados de Yoon han rechazado las acusaciones, argumentando que la declaración de ley marcial fue un acto de «emergencia nacional» y que fue revocada rápidamente tras ser sometida a votación en la Asamblea Nacional, conforme a la legislación. Han criticado que la causa tiene «tintes políticos» y carece de un fundamento legal sólido, según indicó el fiscal especial Cho Eun Suk.
Yoon, quien no había hecho apariciones públicas desde julio, intentó retrasar sus comparecencias judiciales todo lo posible. Incluso en agosto, se despojó de su ropa para evitar que los guardias lo esposaran, aprovechando que los investigadores especiales no podían emplear la fuerza para asegurar un traslado menos conflictivo.