El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha acusado a Bielorrusia de emplear bloques de viviendas en su propio territorio para instalar antenas que dan soporte a los drones kamikaze 'Shahed' utilizados por el Ejército ruso, con la finalidad de esquivar las defensas aéreas ucranianas.
“Estamos documentando cómo los rusos intentan evadir las posiciones defensivas de nuestros interceptores cruzando a la vecina Bielorrusia. Es arriesgado para Bielorrusia. Vimos medidas relacionadas con 'Oreshnik', y ahora vemos asistencia con drones 'Shahed'. Lamentablemente, Bielorrusia está cediendo su soberanía a las ambiciones agresivas de Rusia”, ha indicado el mandatario ucraniano en un mensaje desde su cuenta de la red social X.
Zelenski ha descrito como un “absoluto desprecio por la vida humana” la instalación de estas antenas “literalmente” en los “tejados de edificios de apartamentos comunes de cinco plantas”. El mismo tipo de equipamiento militar se ha detectado ya en la zona limítrofe entre Rusia y Bielorrusia para facilitar ataques contra territorio ucraniano.
El jefe del Estado ucraniano ha añadido que trasladará este escenario a sus socios internacionales con el fin de articular “respuestas conjuntas” frente al Gobierno de Alexander Lukashenko, uno de los aliados más cercanos de Vladimir Putin. “Minsk debe dejar de jugar a estos juegos”, ha subrayado.
El presidente bielorruso anunció hace unos días el despliegue de una decena de misiles hipersónicos rusos 'Oreshnik', con capacidad para portar cabezas nucleares, afirmando que “si los rusos quieren desplegar más, desplegaremos más”.
Una decisión que, según las autoridades ucranianas, supone que “la proliferación agresiva de estas armas representa una amenaza global y sienta un peligroso precedente”, tal y como advirtió el propio Zelenski, que también ha ordenado mantenerse en alerta y preparar una respuesta ante cualquier posible contingencia.
En paralelo, en Ucrania, al menos dos personas han perdido la vida y otras ocho han resultado heridas —entre ellas un bebé— este viernes a raíz de un nuevo ataque de las fuerzas rusas contra la provincia de Járkov.