El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha establecido una conexión entre la reticencia de Estados Unidos a proporcionar los codiciados misiles Tomahawk y la falta de interés de Rusia en entablar conversaciones de paz. «En cuanto la presión disminuyó un poco, los rusos han intentado posponer el diálogo», manifestó.
Zelenski destacó que, hace algunas semanas, cuando la amenaza de los Tomahawk era más palpable, el presidente ruso, Vladimir Putin, parecía más inclinado a buscar soluciones diplomáticas. Sin embargo, al disminuir la presión, las negociaciones se han visto aplazadas repetidamente.
Por este motivo, Zelenski ha reiterado a sus aliados la importancia de mantener la presión sobre Rusia a través de todos los medios diplomáticos, económicos y legales disponibles, especialmente ahora que el invierno se aproxima y las fuerzas rusas apuntan a las infraestructuras energéticas y críticas de Ucrania.
«Rusia está matando gente y aterrorizando con el frío», denunció Zelenski, refiriéndose a los recientes ataques en Chernígov y Zaporiyia. «Cada región está haciendo todo lo posible para restablecer el suministro energético», agregó.
En la antesala del invierno, Zelenski enfatizó: «Los rusos están atacando literalmente, a diario, nuestras instalaciones del sector energético. Solo la presión sobre Rusia puede solucionar y detener esto. Solo una defensa de largo alcance devolverá a Putin a la realidad», destacó en sus redes sociales.
Recientemente, Chernígov sufrió uno de sus ataques más severos, con cerca de 50 drones y dos misiles balísticos impactando principalmente infraestructuras. Del mismo modo, el ataque a Zaporiyia es parte de una ofensiva más extensa que incluyó cerca de cien drones, dos misiles balísticos Iskander y cuatro misiles antiaéreos S-300, con la Fuerza Aérea de Ucrania logrando derribar unos 60 proyectiles.
Los misiles Tomahawk, con un alcance de hasta 2.500 kilómetros, representan una esperanza para Kiev de inclinar la balanza del conflicto a su favor, aunque Zelenski regresó de Washington este fin de semana sin el compromiso de Donald Trump de suministrar estos artefactos.