La Rioja ha actualizado su marco legal en el sector farmacéutico con la promulgación de una nueva Ley de Farmacia, que reemplaza la normativa anterior de 1998, tras ser aprobada en el Parlamento regional el día de hoy. Esta nueva ley introduce, entre otras cosas, la regulación del botiquín en localidades que no disponen de farmacia.
La aprobación del texto ha contado con el apoyo de los grupos parlamentarios del Partido Popular, Partido Socialista y Vox, mientras que el Grupo Podemos-Izquierda Unida se ha abstenido, criticando que «consolida un modelo privado».
Exposición y debate
La necesidad de una nueva legislación fue argumentada en la exposición de motivos, destacando la falta de respaldo legal de ciertos establecimientos y servicios farmacéuticos, la experiencia acumulada y los cambios en el marco legislativo europeo y nacional.
Durante el debate, Alberto Olarte del Partido Popular resaltó el enfoque asistencial de la ley y la flexibilidad en los horarios farmacéuticos. Subrayó la importancia del botiquín farmacéutico para asegurar la cobertura en las localidades más pequeñas y mencionó que, «aunque su redacción es muy técnica, se ha revisado para hacerla más comprensible». Además, mencionó mejoras en la aplicación de la ley, la regulación de los establecimientos y la publicidad de medicamentos, así como las guardias localizadas.
Miguel González de Legarra, del Partido Socialista, celebró la aprobación de una ley «esperada», cuya tramitación fue heredada de la legislatura socialista y desarrollada con la colaboración de los farmacéuticos, aunque criticó la «descortesía y falta de colaboración del director general». También lamentó la ausencia de disposiciones sobre inteligencia artificial, argumentando que la ley «debe tener vocación de permanencia».
Carlos Ollero de Izquierda Unida criticó la ley por apoyarse en un modelo «concesional, neoliberal» y no incluir la creación de oficinas públicas ni flexibilizar los requisitos poblacionales para combatir la despoblación. Desde Vox, Héctor Alacid apoyó la ley gracias a la inclusión de enmiendas de su grupo que garantizan una regulación más completa de los derechos del farmacéutico, incluyendo la objeción de conciencia en la profesión.
La consejera de Salud, María Martín, cerró el debate agradeciendo al Colegio de Farmacéuticos y destacando el papel del farmacéutico como «agente de salud» y el consenso alcanzado en la ley, lo cual «significa que se va a dar estabilidad».