El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha expresado que Álvaro García Ortiz, quien recientemente dejó su puesto como fiscal general del Estado, no lo hizo por ‘dignidad o gallardía’, sino porque fue ‘un delincuente condenado’ y la ley le obligó a abandonar el cargo.
García Ortiz presentó su renuncia el lunes al Gobierno tras ser condenado el jueves anterior por el Tribunal Supremo a dos años de inhabilitación por un delito de revelación de secretos. En una comunicación dirigida al ministro de Justicia, Félix Bolaños, manifestó que renunciaba al cargo en ‘profundo respeto a las resoluciones judiciales’ y al considerar que era ‘el momento de abandonar el desempeño de tan alta responsabilidad’.
‘Tenía que haber dimitido una vez que le abrieron el procedimiento. Tenía que haber dimitido una vez que le sentaron en el banquillo y, por supuesto, condenado. No es que haya dimitido, es que no puede hacer otra cosa. A ver si todavía vamos a considerar que esto es un gesto de dignidad y de gallardía’, enfatizó Martínez-Almeida.
Para el primer edil madrileño, García Ortiz ‘es un delincuente que ha sido condenado y que legalmente no puede seguir siendo fiscal general del Estado’. ‘A ver si ahora va a parecer que tenemos que asumir que los delincuentes eligen cuándo dimitir. No, un delincuente no elige cuándo dimitir, es la ley la que le dice que se tiene que largar. Este señor lo que tenía que haber hecho es dimitir antes porque dimitir ahora no dimite él, le dimite la ley, que es distinto’, concluyó Almeida.











