La representante de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras, ha lanzado críticas a Podemos por anteponer “el electoralismo” a la “solución de un problema” con los migrantes, tras el fracaso de la ley que delegaría la gestión migratoria a Cataluña. Nogueras ha desafiado a la formación morada a justificar por qué consideran “racista” un proyecto que en Cataluña se percibe como “técnico”.
“Ayer se perdió una gran oportunidad y se ha preferido el electoralismo que algunos utilizan en lugar de abordar un problema que se ha intensificado con los años”, comentó Nogueras en una entrevista en ‘La mirada crítica’ de ‘Telecinco’, según informó Europa Press.
“Son precisamente estos”, apuntando a Podemos, “quienes ignoran este problema”, dando la espalda y “agravando la situación”. Para la política de Junts, Podemos se alió el martes “con los populismos extremos para derribar esta propuesta, que beneficiaría a Cataluña”, afirmó en otra entrevista en ‘La hora de la 1’ de TVE, recogida también por Europa Press.
En cuanto a las acusaciones de racismo, Nogueras planteó que retirarían ciertas expresiones del preámbulo si fuera necesario, pero instó a los de Ione Belarra a dar “un solo motivo” por el que la transferencia de competencias sería discriminatoria. “El contenido de la ley, lo que se publicará en el BOE y se convertirá en ley, es absolutamente técnico”, aclaró.
“El debate de ayer era simple. ¿Cataluña tiene o no tiene derecho a gestionar la inmigración, tiene o no derecho a decidir sobre esta materia?”, se preguntó Nogueras, destacando la necesidad de “pisar la calle” para entender la realidad y responder a ella. Afirmó que un “consenso social muy amplio” respalda la delegación de competencias a Cataluña, con 40 de los 48 diputados catalanes apoyando la medida.
Tras el rechazo de la proposición de ley por parte del Grupo Popular, Vox, Podemos y otros, sumando 177 votos en contra, solo 173 diputados se mostraron a favor. “No es una exigencia por parte de Junts”, concluyó Nogueras, refiriéndose a una posible fotografía entre Carles Puigdemont y Pedro Sánchez, descartando que tal imagen cambie la situación actual.