En la inauguración del coloquio ’50 años después: la Corona en el tránsito a la democracia’, Francina Armengol, presidenta del Congreso, ha subrayado la delicadeza del sistema democrático y la presencia de individuos que apoyan posturas dictatoriales. Frente a esto, ha enfatizado la importancia de salvaguardar la memoria democrática como pilar esencial para la continuidad de este sistema.
Armengol ha argumentado que sostener la democracia requiere de protección, acuerdo y armonía, instando a reforzar un entramado de derechos y libertades que, según sus palabras, ‘tanto cuesta erigir, pero tan fácil es destruir’. La líder del Congreso ha expresado que vivir bajo una dictadura equivale a ‘defender la pérdida de derechos propios y ajenos’ y que la pérdida de libertad representa la pérdida de un valor extremadamente preciado. Además, ha resaltado que ‘sin memoria no hay democracia’ y ha hecho un llamado a transmitir a las nuevas generaciones que la libertad actual fue ‘ganada por los y las demócratas de este país, no sin dolor ni sufrimiento’.
La Transición como «gran transformación» del país
Armengol ha recordado que hace cinco décadas España anhelaba democracia, derechos y libertades. Ha destacado que la transición, la ratificación de la Constitución, el desarrollo del sistema autonómico y la integración en la Comunidad Económica Europea fueron fundamentales para asegurar una estabilidad que propició ‘la mayor etapa de progreso social y económico’ en el país.
Según la presidenta, la transición marcó el comienzo de una significativa transformación que posicionó a España de forma prominente en Europa y el mundo. Ha defendido que España es hoy día un modelo a seguir en cuanto a reconocimiento de derechos y libertades, con una economía sólida y una democracia robusta. Ha subrayado el avance de la nación de una economía cerrada a ser ‘la economía avanzada que más crece de la zona euro’, gracias a progresos en igualdad de género, diálogo social y descentralización democrática.
Armengol ha contrastado la España del exilio y los ‘silencios impuestos’ con la España actual, que describe como ‘tierra de acogida’ donde predomina la memoria democrática. Ha observado que la sociedad ha evolucionado rápidamente y que las instituciones se han adaptado para asegurar ‘modernidad, estabilidad y progreso’.
La importancia de los estudiantes, las mujeres y los sindicatos
La presidenta del Congreso ha resaltado el rol crucial de estudiantes, el movimiento vecinal y sindical, y las mujeres que lideraron la huelga de consumo durante 1975, en el levantamiento de la democracia en España. ‘A todas esas personas también se les debe reconocer el mérito de levantar la democracia en España’, ha declarado Armengol al cerrar su intervención, reafirmando el compromiso de trabajar inspirados por el legado de la transición: ‘Con ese legado, trabajamos; con ese ejemplo, avanzamos; con su esfuerzo, sumamos. Por la democracia’.









