La sede del PP en Finestrat (Alicante) ha sido objeto de un ataque durante la pasada noche, en el que se ha arrojado pintura roja sobre la fachada y se han realizado diversas pintadas, según ha detallado en un comunicado el Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV). En los mensajes, escritos en negro y rojo, puede leerse en valenciano “Fàcil llavar cares Arran La Marina”.
Finestrat es el municipio del que era alcalde el actual presidente de la Generalitat, Juanfran Pérez Llorca, hasta que tomó posesión como máximo responsable del Consell. El jefe del ejecutivo autonómico ha rechazado “este acto violento” y la “intimidación” mediante un mensaje en sus redes sociales, en el que subraya que en democracia “no hay espacio para ninguna clase de violencia” y recalca que “este vandalismo no tiene ninguna justificación”.
“En nuestra democracia no hay espacio para ninguna clase de violencia. Este vandalismo no tiene ninguna justificación. Condeno este acto violento y la intimidación y mando mi apoyo a los compañeros del PP de Finestrat”, indica el mensaje del también representante del PPCV. Asimismo, Pérez Llorca ha remarcado que su ejecutivo “siempre estará al lado de la convivencia y el respeto”.
En el mismo comunicado en el que el PPCV ha dado cuenta del ataque a la sede de los ‘populares’ en Finestrat, el secretario general de la formación, Carlos Gil, también ha mostrado su rechazo a lo sucedido.
“Son actos vandálicos que responden al odio que el independentismo catalán tiene hacia todo lo valenciano y nuestra defensa hacia nuestras señas de identidad”, ha afirmado Gil.
“Unos ataques intolerables en plena democracia que, por desgracia, hemos sufrido en varias de nuestras sedes durante el último año”, ha añadido, al tiempo que ha asegurado que desde el PPCV no se va a “contribuir ni a la polarización ni al odio, que es lo único que buscan estos radicales”.
Carlos Gil ha señalado que “ante una situación como esta”, los ‘populares’ “no solo” reclaman “la condena de todas las formaciones políticas de la Comunitat”, sino que aspiran a que este tipo de episodios sirvan para “una profunda reflexión del camino que queremos seguir para acabar con la crispación de la sociedad”.