Ignacio Fariña, encargado de la Acogida e Integración de personas migrantes en el Gobierno Vasco, ha señalado que la actividad del ‘mantero’ no contribuye a la integración social, afecta negativamente su formación y aumenta su vulnerabilidad. Aunque evitó mencionar directamente a las mafias, criticó la existencia de ‘personas interesadas en favorecer esas situaciones’.
En diálogo con Radio Euskadi, y citado por Europa Press, Fariña abordó la polémica tras el desalojo de un campamento de manteros en la Plaza del Gas de Bilbao durante las festividades de Aste Nagusia. Respetó y apoyó las acciones del ayuntamiento bilbaíno, considerando que ser mantero y enfrentarse a tales circunstancias ‘no es bueno para nadie’ y no promueve la integración social.
‘Lo que está en nuestras manos es favorecer los procesos de inserción reales y el categorizar a una persona como mantero no me parece una buena opción, con todo el respeto a las situaciones que están viviendo esas personas y que necesitan a veces ese ingreso dinerario para mantenerse’, explicó. Al mismo tiempo, denunció la presencia de ‘personas interesadas en favorecer esas situaciones’, aclarando su preferencia por no hablar de organizaciones mafiosas. ‘Me gusta hablar de personas interesadas. No sé si hay una estructura organizada o personas aprovechadas o lo que fuera que sea, pero sí existen, y se están dando casos que estamos viendo constantemente, de malas informaciones, de mensajes que atraen a lo que puede ser ‘jauja’, pero en realidad son situaciones que incrementan la vulnerabilidad de las personas’, advirtió.
Según detalló, entre la diáspora senegalesa preocupa cómo los jóvenes se involucran en la venta ambulante, lo que perjudica sus itinerarios formativos o de inserción. ‘Conocemos familias cuyos hijos se han visto obligados a vender en la calle abandonando los procesos educativos que estaban haciendo. Esta situación no favorece esos procesos de inserción y es una de las cosas que tenemos que trabajar’, afirmó.
El responsable de integración subrayó que la venta ambulante ‘no es la solución para la inserción de las personas senegalesas en este país’, sino que se debe reforzar itinerarios formativos, acceso al empleo, crecimiento personal y desarrollo de capacidades.
En relación con los migrantes de Mali en San Sebastián y Vitoria, Fariña reconoció una ‘emergencia’ protagonizada por la comunidad maliense que busca reconocimiento como sujetos de protección internacional en España. A pesar de las dificultades para acceder a este sistema, el Gobierno Vasco ha proporcionado 135 plazas de acogida, actualmente saturadas, para evitar que estas personas enfrenten situaciones de vulnerabilidad. ‘Hay plazas libres dentro del sistema de protección internacional distribuidas por todo el Estado, como para asumir estas situaciones’, explicó, destacando la coordinación necesaria entre comunidades y autoridades para mejorar el acceso y la eficacia del sistema.