Félix Bolaños, ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, ha rechazado la idea de que una fotografía entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat actualmente en Bélgica, pueda solucionar las discrepancias con Junts, tras la ruptura de este partido con el Gobierno. Bolaños ha subrayado que el Gobierno ha cumplido con los acuerdos previos y ha señalado que la ejecución de la amnistía no está en manos del Ejecutivo.
En una entrevista concedida a TVE y reportada por Europa Press, se le preguntó a Bolaños si un encuentro fotográfico entre Sánchez y Puigdemont podría favorecer las relaciones con Junts, a lo que respondió: «No, no lo creo». El ministro enfatizó que «esa reunión, ese encuentro, esa fotografía, en este momento no es relevante».
Bolaños ha argumentado que la resolución de problemas se logra mediante «trabajo, esfuerzo, diálogo y negociación» y ha destacado la importancia de discutir con Junts sobre el contenido de las leyes a presentar en el Parlamento. Entre las leyes mencionadas, destacó el proyecto de Ley de Enjuiciamiento Criminal, que considera especialmente beneficioso para Cataluña y un «elemento clave» para ganar el apoyo de Junts.
Además, el ministro ha reiterado que el Gobierno desea una «aplicación efectiva» de la Ley de Amnistía para que «todos los líderes del procés puedan hacer política con normalidad», lo que considera será una «normalización política y social institucional definitiva de Cataluña». Sin embargo, ha remarcado que este proceso «no depende del Gobierno» sino de los procedimientos judiciales pendientes.
Respecto a las declaraciones de la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, sobre los presupuestos, Bolaños ha mencionado que no es raro que los grupos parlamentarios mantengan su posición de no votar hasta alcanzar un acuerdo. Sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2026, indicó que ha habido acercamientos con Junts, aunque todavía no se ha profundizado lo suficiente como para iniciar negociaciones formales.
Finalmente, Bolaños ha comentado su relación con los grupos parlamentarios, destacando que intenta mantener contacto con todos, excepto con Vox, ya que «nunca» le responden las llamadas. «Si me cogiera el teléfono, yo intentaría convencerles que la España negra que ellos pintan y a la que ellos aspiran, pues es una España claramente perjudicial para la mayoría de los españoles», concluyó.
