Carlos Martínez, recién confirmado como candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta de Castilla y León tras superar el proceso de primarias con los avales requeridos, se ha comprometido a “terminar con 38 años de Castilla y León en blanco y negro”. En su primera rueda de prensa como candidato, celebrada en la sede del partido en Soria, eligió una fecha simbólica, exactamente 94 años después de la aprobación del voto femenino el 1 de octubre de 1931 durante la Segunda República, para subrayar la capacidad de cambio del electorado.
Martínez ha expresado su convicción de que es posible un cambio en la región que permita a los jóvenes elegir quedarse, gracias a políticas adecuadas en vivienda, educación y sanidad. Ha hecho énfasis en la necesidad de un cambio para que los gobernantes de Castilla y León “estén al servicio de la gente y no de unos pocos”, y ha manifestado su deseo de ser el primer presidente de la Comunidad que actúe como alcalde de todos sus ciudadanos.
LA IMPORTANCIA DE LAS COMARCAS
Con su extensa experiencia como alcalde de Soria, Martínez entiende la importancia de trabajar de cerca con sus electores. Su programa incluye dar relevancia estratégica a todas las comarcas de Castilla y León, no solo a las capitales, mejorando la comunicación entre todos los puntos de la Comunidad y sus capitales provinciales, acercando los servicios esenciales a todos los habitantes. Además, ha indicado que dejará su actual cargo de alcalde “cuando recoja el acta de procurador y sea presidente de Castilla y León”, momento en el que se anunciará su sucesor en la Alcaldía de Soria.
En su recorrido por la región desde febrero, Martínez ha percibido “un pálpito de cambio” y una clara oposición al gobierno del PP y, en particular, a Fernández Mañueco, a quien ha criticado duramente diciendo que “preside pero no gobierna, y ha sido el peor presidente de Castilla y León en toda la época democrática”. Si logra la Presidencia, su primera acción será aprobar unos presupuestos para acabar con la anormalidad de gobernar sin cuentas generales, estableciendo unas directrices claras y no solo renovaciones anuales del presupuesto.
Martínez ha descartado que estas elecciones autonómicas de principios de 2026 sean un anticipo de las elecciones generales, aunque eso sea lo que desee Fernández Mañueco. Ha concluido que estos comicios serán una evaluación de la gestión del PP en Castilla y León.