Tras cinco décadas desde la proclamación de Juan Carlos I como Rey, la monarquía en España sigue siendo altamente valorada por la ciudadanía y su permanencia parece asegurada, ya que no se percibe un interés significativo por la instauración de una república.
“La monarquía está consolidada y fuera de peligro”, señaló Ignacio Molina, profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid y miembro de la Red de Estudios de las Monarquías Contemporáneas (REMCO), destacando su buena valoración en encuestas de opinión.
Renovado apoyo con Felipe VI
Aunque el apoyo a la Corona ha aumentado con Felipe VI, aún no alcanza los niveles de popularidad de finales del siglo XX. “La alternativa de un presidente republicano concita menos apoyo”, opina Molina.
“Los españoles no son manifiestamente monárquicos ni son republicanos”, concuerda Emilio Lamo de Espinosa, de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, añadiendo que Felipe VI recibe una alta valoración en comparación con los políticos. “El Rey obtiene un notable alto mientras que los políticos están todos suspendidos”, apuntó.
Estabilidad institucional
Desde otro ángulo, Lamo de Espinosa afirma que la monarquía representa estabilidad y orden, frente a la república que podría llevar a “riesgo, tensión y polarización”. Además, resalta que las monarquías parlamentarias como la de España son fundamentales para la democracia, como muestran ejemplos de otros países consolidados.
A 50 años de la proclamación de Juan Carlos I, “la monarquía está mejor que estaba entonces”, asegura el exministro de Defensa Eduardo Serra, quien también destaca el sólido apoyo popular a la institución y su desvinculación de la política partidista.
La figura de la Princesa Leonor
La Princesa de Asturias está mejorando la imagen de la monarquía y fortaleciendo la sensación de continuidad y estabilidad. “Es sorprendente la entereza, la dignidad y la seriedad con la que está asumiendo su papel”, comentó Lamo de Espinosa, resaltando la aceptación pública hacia la Princesa Leonor.