El diputado de Compromís integrado en Sumar, Alberto Ibáñez, ha reclamado que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) incorpore en sus barómetros preguntas específicas sobre la valoración que hace la ciudadanía de la monarquía, y ha pedido al Gobierno que aclare en qué momento tiene previsto desclasificar la documentación reservada relativa al intento de golpe de Estado del 23F.
La iniciativa se concreta en una batería de preguntas parlamentarias registradas en el Congreso de los Diputados, que llegan tras la reciente aparición de las memorias del rey emérito Juan Carlos I, publicadas bajo el título de “Reconciliación”.
Ibáñez se muestra muy duro con este libro, al que tacha de “anomalía” y de “torpeza”, y que sitúa dentro de “las ansias de protagonismo” o “la rabia de quien lo fue todo y de repente es un apestado, incluso entre los monárquicos”. A su juicio, estas memorias constituyen un “error” que contribuye a “socavar su legado”.
El parlamentario censura además que la obra suponga una “exaltación” de Francisco Franco, así como “una humillación a las víctimas de la dictadura” y “una vendetta personal contra los actuales Reyes”.
En la misma línea, define el volumen como “una autobiografía vacía y un intento de justificar tanto su vida sentimental como su rol de conseguidor de negocios de quien su principal deber es representar la coherencia y la estabilidad”.
Coincidiendo con el 50º aniversario de la muerte del dictador y de la restauración de la monarquía parlamentaria, Ibáñez pregunta al Ejecutivo cuándo tiene previsto que el CIS sondee, aprovechando esta efeméride, la preferencia de la población entre monarquía o república.
Tezanos defiende que la monarquía no figura entre las principales preocupaciones
En paralelo, esta misma semana el presidente del CIS, José Félix Tezanos, ha subrayado en el Senado que, según los estudios nacionales que el organismo viene realizando, no se detectan actualmente datos que indiquen que la monarquía sea una preocupación prioritaria para la ciudadanía española.
Tezanos ha añadido que cualquier posible inclusión de esta cuestión en los barómetros oficiales dependerá de que exista una demanda social sólida y estadísticamente acreditada, rechazando que puedan influir presiones o condicionantes externos en la selección de los temas que se miden.