La propuesta de reforma integral presentada por Vox ha sido rechazada en el Pleno del Congreso. Esta enmienda buscaba sustituir la actual iniciativa que pretende establecer un registro de ‘lobbies’ y sancionar a los diputados, por una que priorizara el español como única lengua parlamentaria, entre otras modificaciones. Sin embargo, el texto ha sido declinado con los votos en contra de la mayoría, excepto por las abstenciones del PP y UPN.
Ignacio Gil Lázaro, diputado de Vox, ha introducido el texto alternativo criticando la reforma de los ‘lobbies’ del PSOE como un simple «postureo» y ha solicitado al Gobierno explicaciones sobre las actividades de exdirigentes en favor de intereses extranjeros.
La discusión en el hemiciclo ha estado marcada por el rechazo a la intención de Vox de revertir el uso de lenguas cooficiales en el Congreso. Además, se ha criticado la propuesta de limitar las fórmulas de acatamiento de la Constitución a un simple «sí, quiero» o «sí, prometo».
Varios diputados han expresado su desaprobación hacia la propuesta de Vox. Marta Gracia del PSOE la ha calificado de «delirante y obscena», y Francisco Sierra de Sumar ha destacado la falta de transparencia en las declaraciones de bienes de algunos miembros de Vox. Pedro Puy del PP ha comentado que la enmienda parece buscar solo opacidad y populismo.
Reforma en curso sobre los ‘lobbies’
Tras rechazar la enmienda de Vox, el Congreso continúa con la reforma para regular las interacciones con los ‘lobbies’ y establecer sanciones a los diputados que incumplan las normativas. La reforma también prevé sanciones según la gravedad de los incumplimientos, que podrían incluir desde apercibimientos hasta la retirada de cargos.
La iniciativa legislativa define la actividad de influencia y excluye a ciertas entidades como sindicatos y patronales de la necesidad de registro. Además, se fomentará la transparencia publicando las interacciones de los diputados con diversos grupos en un registro consultable en línea.