Hace 175 años, el 31 de octubre de 1850, se celebró la apertura del edificio que hoy ocupa el Congreso de los Diputados en la Carrera de San Jerónimo, Madrid, conocido inicialmente como el Palacio de las Cortes. Desde aquel momento, este lugar se ha convertido en el emblema del sistema parlamentario y la autoridad legislativa de España.
En los albores del siglo XIX, España experimentaba una etapa de cambios políticos y urbanísticos después de periodos de inestabilidad, marcados por el enfrentamiento entre el absolutismo y el liberalismo que influenciaron notablemente al país.
El origen del Congreso se remonta a las Cortes de Cádiz (1810-1814), convocadas durante la ocupación de Napoleón. Las sesiones tuvieron lugar en el Oratorio de San Felipe Neri, donde se ratificó la Constitución de 1812, apodada ‘La Pepa’. Además, en la Constitución de 1837, aprobada tras el Motín de la Granja de San Ildefonso que obligó a la reina regente a promulgarla, se mencionó por primera vez el término ‘Congreso de los Diputados’ para referirse a la Cámara Baja.
Antes de tener una sede definitiva, las Cortes se reunían en espacios temporales como el Salón de Baile del Teatro Real o las dependencias del antiguo convento del Espíritu Santo en la Carrera de San Jerónimo, que posteriormente fue declarado en ruinas tras un grave incendio en 1824.
La construcción del nuevo Palacio, en el terreno del antiguo convento, comenzó oficialmente el 10 de octubre de 1843 cuando Isabel II, al cumplir 13 años y ser proclamada Reina de España, colocó la primera piedra. El diseño estuvo a cargo de Narciso Pascual y Colomer, tras ganar el concurso de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Las obras se extendieron por siete años, culminando con la inauguración el 31 de octubre de 1850, en un evento que la prensa describió como ‘un bullicio extraordinario’ en las calles de Madrid.
 QUIÉN ES QUIÉN
 QUIÉN ES QUIÉN A MANO ALZADA
 A MANO ALZADA

















