En un reciente acuerdo alcanzado entre los partidos del Gobierno, PSOE y Sumar, junto a varios grupos parlamentarios aliados, se ha decidido prohibir la imposición al inquilino del pago de tributos como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), y establecer un límite en los precios de los alquileres de temporada y de habitaciones.
Estas disposiciones forman parte de las enmiendas transaccionales añadidas a la proposición de ley para la regulación de los alquileres de temporada y de habitaciones. Esta propuesta fue presentada por Sumar, ERC, Bildu, Podemos y BNG, y actualmente se tramita en la fase de ponencia.
SE PROHÍBE CUALQUIER CUOTA O IMPUESTO
Una de las enmiendas firmadas por los mismos grupos busca reformar la Ley de Arrendamientos Urbanos para evitar que se establezcan nuevas condiciones en los contratos que impliquen trasladar al inquilino ‘cuotas, gastos generales, servicios, impuestos, tasas, cánones, contribuciones especiales u otros conceptos análogos que no estuviesen recogidas en el contrato anterior’.
Además, se estipula que los contratos de alquiler de temporada o de habitaciones ofrezcan las mismas garantías que un arrendamiento habitual, incluyendo la prohibición de cobrar honorarios al inquilino, límites en las fianzas y regulación de precios. Solo se permitirán alquileres temporales de hasta 12 meses cuando esté justificada la causa, de lo contrario, el contrato se convertirá automáticamente en uno de cinco o siete años.
Aunque la ley ha avanzado en la ponencia con el respaldo de PSOE, Sumar, ERC, Bildu, PNV y Podemos, aún debe pasar por la Comisión de Vivienda y luego al Pleno, donde enfrentará la oposición de Junts, que podría sumar sus votos a los de PP y Vox para rechazar la propuesta.











