En una sesión de control iniciada con bronca política, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha cargado este miércoles contra Pedro Sánchez por las revelaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de sus supuestas “mordidas del 2%” en contratos de obra pública. El presidente del PP ha preguntado a Sánchez, sin obtener respuesta, si hay que reservar mordidas al PSOE en las obras públicas del Gobierno para sacar proyectos adelante.
Feijóo centró su intervención en las últimas informaciones que señalan a personas del entorno político del PSOE, incluida la figura del ex secretario de Organización, Santos Cerdán —investigado en el caso Koldo—, para sostener que la trama habría operado desde el corazón de Ferraz. “La cloaca es Ferraz y usted la ha llevado a La Moncloa”, reprochó. A renglón seguido, respondió a Sánchez, quien presumió de que el Consejo de Ministros de ayer había aprobado una nueva senda de déficit que contempla un incremento del techo de gasto del 8,5% : “Donde no hay techo de gasto es en Ferraz”.
El dirigente popular elevó aún más el tono al referirse directamente a Cerdán, al que llamó “su compañero de coche en las primarias”. Feijóo sostuvo que “empezó a robar en Navarra y siguió por toda España en cuanto usted llegó a Moncloa”, una acusación que forma parte de la estrategia del PP de tratar de asociar al presidente con las piezas separadas del caso Koldo, cuyas investigaciones siguen abiertas en la Audiencia Nacional. Sánchez respondió aludiendo a Mazón y a las detenciones de este martes de miembros del PP en Almería, convirtiendo el cara a cara en un breve partido de tenis con la corrupción como pelota que iba de una a otra bancada.
Corrupción
Feijóo también revisó la moción de censura que en 2018 llevó a Sánchez al poder tras la sentencia del caso Gürtel. A su juicio, aquel movimiento “no fue contra la corrupción”, sino “para la corrupción de su cuadrilla”. El líder del PP pidió al presidente que “haga lo que quiera con su partido”, pero advirtió de que “no conseguirá convertir España en una cloaca”.
El cruce de acusaciones ha vuelto a evidenciar la polarización que domina la Cámara Baja en un contexto marcado por varias investigaciones judiciales aún en curso. Mientras la UCO continúa analizando documentación sobre supuestas comisiones ilegales en contratos públicos, el Gobierno insiste en que ninguna responsabilidad política puede atribuirse antes de que exista un pronunciamiento judicial sólido. El PP, sin embargo, considera que la posición de Sánchez se debilita a medida que avanza la causa y multiplica los ataques en sede parlamentaria.
