Este jueves, Junts ha asegurado que dará su respaldo a la Ley de Atención a la Clientela, propuesta por el Ministerio de Derechos Sociales y Consumo de Pablo Bustinduy, a pesar de las críticas de PP y Vox por los posibles impactos negativos que podría ocasionar en el ámbito privado. El partido ha tomado esta decisión tras haber llegado a un acuerdo con el Gobierno antes de su anuncio de bloqueo a las iniciativas legislativas del Ejecutivo.
En el debate del Pleno del Congreso, donde se discutió el proyecto antes de su envío al Senado, el representante de Junts, Josep Maria Cruset, manifestó que no se opondrán a la normativa. Por otro lado, PP y Vox han expresado su desacuerdo, criticando las obligaciones de atención en las lenguas cooficiales y la gestión de llamadas telefónicas, que requiere atender el 95% de ellas en menos de tres minutos.
Desde el PP, Silverio Argüelles argumentó que la ley impone condiciones “desproporcionadas” y nace de una premisa “errónea” sobre la relación de las empresas con sus clientes. Tomás Fernández de Vox calificó el proyecto como un “engendro” que perjudica a las empresas. En contraste, el ministro Pablo Bustinduy defendió la ley como un avance en la protección de los consumidores, destacando que el texto busca establecer estándares de calidad y evitar abusos.
Además, otros partidos como Esquerra Republicana, PNV y Bildu han agradecido a Félix Alonso de Sumar por su contribución en la comisión examinadora del texto. Félix Alonso ha reconocido el esfuerzo de varios grupos, incluido el PP, en esta tarea. Noelia Cobos del PSOE ha enfatizado que la ley fija criterios básicos para una mejor defensa de los derechos de los consumidores.