El PP, Vox y Junts se unieron este martes para rechazar la toma en consideración de la proposición de ley de Sumar que buscaba crear una Oficina de Prevención de la Corrupción. Es la segunda derrota parlamentaria del Gobierno en apenas una semana.
UNA NUEVA DERROTA DEL GOBIERNO EN EL CONGRESO
El Pleno del Congreso rechazó la toma en consideración de la proposición de ley impulsada por Sumar para crear una Oficina Anticorrupción. Con los votos en contra de PP, Vox y Junts, la iniciativa fue descartada en una sesión que se tradujo en un nuevo revés para el Ejecutivo de coalición que forman PSOE y Sumar.
La votación se saldó con el apoyo del resto de socios de investidura, salvo Unión del Pueblo Navarro (UPN), cuyo diputado Alberto Catalán optó por la abstención.
EL OBJETIVO DE LA OFICINA ANTICORRUPCIÓN
El proyecto de Sumar proponía la creación de un organismo de derecho público con personalidad jurídica propia, independencia orgánica y plena capacidad de obrar.
Entre sus funciones estaban prevenir, detectar, investigar y erradicar la corrupción y el fraude, vigilar el uso indebido de fondos públicos y perseguir conductas vinculadas a conflictos de interés o a la utilización de información pública en beneficio privado.
Además, la Oficina debía fomentar principios de integridad pública, impulsar buenas prácticas y promover el buen gobierno, con el objetivo de blindar la transparencia en la gestión política y administrativa.
UN RÉGIMEN SANCIONADOR Y UN REGISTRO CENTRAL
La proposición de ley contemplaba también un régimen sancionador que distinguía entre infracciones leves, graves y muy graves, con plazos de prescripción definidos para cada una.
Asimismo, planteaba la creación de un Registro Central de Infracciones, dependiente del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, que centralizaría las sanciones y serviría como herramienta de control.
SEGUNDA DERROTA EN UNA SEMANA
La caída de la Oficina Anticorrupción se suma a la derrota sufrida la semana pasada por el Gobierno, cuando PP, Vox y Junts unieron también sus votos para frenar la tramitación de la ley que buscaba reducir la jornada laboral a 37,5 horas, otra de las banderas políticas de Sumar.