El Parlamento Europeo solicita categorizar países como sin riesgo para suavizar la ley de deforestación a instancias del PPE

La sesión plenaria del Parlamento Europeo ha ratificado una objeción promovida por el Partido Popular Europeo (PPE) respecto a la ley de deforestación, donde se insta a la Comisión Europea a considerar la creación de una categoría para países ‘sin riesgo’ que permitiría una aplicación más flexible de esta nueva regulación.

La propuesta de objeción al acto ejecutivo de la Comisión, presentada por el eurodiputado del PPE Alexander Bernhuber, fue aprobada con 373 votos a favor, 289 en contra y 26 abstenciones. Sin embargo, desde la Eurocámara se subraya que esta votación es no vinculante, lo que permite a la Comisión ignorarla y proseguir con el proceso legislativo como estaba previsto.

Esta objeción ha contado con el respaldo mayoritario del PPE y de grupos de la derecha extrema como los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), Patriotas por Europa y la Europa de las Naciones Soberanas, mientras que los socialdemócratas, los liberales, los verdes y la izquierda se han posicionado en contra.

Los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo ya habían llegado a un acuerdo en diciembre de 2024 para posponer la implementación de esta ley hasta diciembre de 2025. Esta regulación busca prohibir la venta de productos como el cacao, el café o el aceite de palma que contribuyan a la deforestación de los bosques.

El PPE había propuesto durante las negociaciones la creación de una nueva categoría de países sin riesgo de deforestación, además de las ya existentes de riesgo ‘bajo’, ‘normal’ y ‘alto’. Se sugiere que estos países, con un crecimiento estable o en aumento de su cobertura forestal, enfrentarían requerimientos menos estrictos al considerarse que su riesgo de deforestación es ‘insignificante’ o ‘inexistente’. Esta medida podría favorecer a competidores como China y alterar el Mercado Interior de la UE.

Con la objeción propuesta, el PPE busca nuevamente relajar los criterios de aplicación de la norma, lo que ha sido criticado por ONGs como WWF por ‘representar una medida irresponsable contra una de las leyes medioambientales más emblemáticas de la UE’ y ‘poner en riesgo la credibilidad del Parlamento Europeo’. La organización ambiental exhorta a la Comisión Europea a ‘mantener el rumbo y aplicar el reglamento’ y a ‘no dejarse distraer por estas poses de grupos conservadores y de derechas’.

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