En 2023, el Estado español registró una disminución de ingresos por valor de 717 millones de euros debido a las deducciones aplicadas en el IRPF por el alquiler de viviendas habituales, según ha confirmado el Gobierno. Esta cifra fue revelada en una respuesta oficial al diputado de Compromís, Alberto Ibáñez, quien inquirió sobre el impacto fiscal de estas deducciones en las arcas públicas.
Alberto Ibáñez, miembro de Sumar, planteó su pregunta en mayo, cuestionando la cantidad que el Estado dejó de percibir debido a los beneficios fiscales otorgados a los propietarios que arriendan sus propiedades. “anima a la ciudadanía a la compra para fines distintos a la residencia habitual”, argumentó Ibáñez al realizar su consulta.
Cuatro meses después de la pregunta parlamentaria, se obtuvo la respuesta del Gobierno, que se basó en la memoria de beneficios fiscales presentada junto con los presupuestos de 2023, aún en vigor.
DEDUCCIONES DE HASTA EL 90% POR LA LEY DE VIVIENDA
La normativa fiscal actual ofrece a los propietarios que alquilen su vivienda como residencia principal a un inquilino una deducción básica del 50% en el IRPF. No obstante, esta deducción puede incrementarse hasta el 90% bajo la Ley de Vivienda de 2023, según lo dicta el artículo 23.2 de la Ley del IRPF.
Este artículo específica que los arrendadores pueden deducirse hasta el 90% del rendimiento neto si han firmado un nuevo contrato de alquiler en una zona de mercado residencial tensionado a un precio un 5% inferior al anterior. Si el propietario mantiene el precio pero alquila en una zona tensionada a jóvenes de entre 18 y 35 años, la deducción disminuye al 70%. Esta se reduce al 60% si la vivienda ha sido rehabilitada en los dos años anteriores y se mantiene en el 50% para otros casos.