En la reciente sesión plenaria del Congreso de los Diputados, el Partido Popular ha respaldado la autonomía en la elección del director de la Real Academia Española (RAE), destacando que es una decisión que toman los académicos, en contraste con la designación del director del Instituto Cervantes, que es nombrado por el Gobierno “a 107.000 euros al año”.
La ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, ha resaltado la importancia del Instituto Cervantes en la promoción del español, enfatizando que el Gobierno muestra un “respeto” claro hacia el idioma. “El castellano, el español, es una lengua hablada por más de 600 millones de personas en más de 50 países, gracias también al trabajo y al impulso a través de los Institutos Cervantes y por lo tanto creo que son unos datos que dan una muestra clara de la buena salud que goza el castellano”, declaró Alegría durante el pleno.
Durante un intercambio con Jaime de los Santos, diputado del Grupo Parlamentario Popular, la ministra instó a no preocuparse por la “buena salud y, sobre todo, también por el respeto que el Gobierno tiene del castellano”. “Lo tenemos, al castellano y, por supuesto, también a la diversidad lingüística de nuestro país con las distintas lenguas oficiales”, concluyó Alegría.
Este debate se produce en un contexto de desacuerdos entre la RAE y el Instituto Cervantes durante la celebración del X Congreso Internacional de la Lengua Española en Perú, donde surgieron tensiones tras las declaraciones de Luis García Montero, director del Cervantes, sobre la gestión de la RAE por Santiago Muñoz Machado, lo que fue considerado una “agresión” por la academia. Académicos destacados, incluyendo a Álvaro Pombo y Arturo Pérez Reverte, se pronunciaron en defensa de la RAE, criticando duramente a García Montero y acusando al Ministerio de Asuntos Exteriores de intentar influir en la academia.
El PP ha interpelado al Gobierno mediante preguntas escritas sobre su postura ante las declaraciones del director del Cervantes y ha expresado su apoyo a la independencia de la RAE frente a intentos de “injerencia y colonización ideológica” por parte del Gobierno. Por su parte, el Instituto Cervantes, que recibe financiación principalmente del Ministerio de Asuntos Exteriores, sigue defendiendo su colaboración con la RAE.
















