El Partido Popular ha vuelto a solicitar la renuncia de Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, después de que se anunciara que el Tribunal Supremo lo ha enviado a juicio oral por presuntos delitos de revelación de secretos vinculados al novio de Isabel Díaz Ayuso. A pesar de que los ‘populares’ respetan su presunción de inocencia, opinan que su permanencia en el cargo genera un dilema ‘moral’ y ‘ético’.
La vocera del PP en el Congreso, Ester Muñoz, ha comentado que ya era ‘previsible’ la decisión del Tribunal Supremo. Ha remarcado que desde hace tiempo el PP sostiene que García Ortiz debería haber presentado su dimisión al ser investigado: ‘Una cosa es la presunción de inocencia y que tenga todo el derecho del mundo a defenderse penalmente de estos delitos que tienen, pero también está la cuestión ética y la cuestión moral’, declaró.
En este escenario, Muñoz argumenta que ‘el fiscal general, que tiene que perseguir delitos, no puede estar siendo juzgado por haber cometido uno’. Ejemplificó la situación con una comparación: ‘Si en una empresa el encargado de recursos humanos es denunciado por acoso laboral, se le abre una investigación y los jueces deciden abrirle un juicio oral, imagínese que ese mismo encargado de recursos humanos diera una charla para hablar a los empleados sobre las prácticas buenas en la empresa. ¿A que nadie lo entendería? Sería absurdo, ¿no?’
Finalmente, Muñoz enfatizó que ‘no tiene sentido’ que el fiscal general procesado hable sobre la independencia de la institución: ‘García Ortíz está tardando en dimitir y el presidente del Gobierno está tardando en pedirle y exigirle su dimisión si no lo hace –ha remachado–. Eso es lo que ocurriría en un país democrático’.