El presidente del Gobierno ha expresado este miércoles duras críticas hacia Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, por su gestión de la crisis de los cribados de cáncer de mama, describiéndola como “excusas, ceses cosméticos y manipulaciones informativas que no ayudan ni a resolver el problema ni a corregir las graves injusticias que este proceso privatizador ha abierto”.
En su primera intervención en el Congreso de los Diputados, Sánchez acusó a Moreno de haber gestionado “el mayor recorte” en la inversión gubernamental en dependencia durante su periodo como secretario de Estado de Servicios Sociales bajo el mandato de Mariano Rajoy, una reducción que cifró en un 23%. “Ustedes parecen haberlo olvidado, pero nosotros no”, declaró Sánchez a la bancada del PP.
Sánchez también señaló la insuficiencia de la sanidad pública andaluza a pesar de los “más de 53.800 millones de euros de financiación extraordinaria transferidos por el Gobierno de España desde 2018”. Criticó que esos fondos no se hayan destinado a mejorar servicios sino a “rebajar cerca de 200 millones de euros los impuestos a las élites de Andalucía y a regar con contratos a la sanidad privada”. Además, el presidente del Gobierno lamentó que el número de sanitarios por habitante haya caído drásticamente y que “848.787 andaluces esperando un diagnóstico y a 200.000 esperando una operación, de los cuales 43.000 llevan más de un año esperando esa intervención quirúrgica en el sistema sanitario”.
“Dejación de servicios inmoral e ilegal», así calificó Sánchez la situación, criticando la negligencia en la crisis de los programas de cribado de cáncer, donde “una llamada breve, rutinaria, para ahorrar un sufrimiento inmenso a mucha gente, pero esa llamada nunca llegó”. Además, anunció que el Gobierno analizará y publicará los datos de los cribados para mostrar el uso de los recursos públicos.
Sánchez también criticó la privatización en educación y la gestión de las residencias de mayores en Andalucía, destacando que el PP ha favorecido la creación de plazas concertadas o privadas inaccesibles para muchas familias, mientras las ayudas por dependencia acumulan esperas de hasta 600 días.