Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha manifestado este miércoles su moderado apoyo y sus reservas respecto al acuerdo comercial firmado en julio entre Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Durante la sesión de control, ha revelado su estrategia de fomentar la cooperación con otros mercados como Mercosur e Indonesia.
La portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, interrogó a Sánchez sobre este acuerdo y su impacto en la industria vasca, severamente afectada por la guerra arancelaria. Aizpurua criticó duramente el pacto, indicando que Europa asumirá aranceles del 15% y un desembolso de 1,4 billones de euros en armamento y energía de EE.UU., lo cual considera una “imposición” de Trump y una muestra de “debilidad y sumisión absoluta” de Europa.
La diputada abertzale subrayó los riesgos que este acuerdo implica para la industria vasca, especialmente en el ámbito automovilístico, donde se prevén pérdidas superiores a 700 millones de euros y la posible pérdida de cientos de empleos.
En su intervención, Sánchez respondió que aunque el Gobierno apoya el acuerdo “con poco entusiasmo o ninguno”, España no está entre los países más vulnerables a los aranceles estadounidenses y recordó que ya se han aprobado medidas de apoyo financiero para las empresas afectadas. Además, reiteró su compromiso con la diversificación de las relaciones comerciales de la UE, incluyendo la finalización de los acuerdos con Mercosur e Indonesia.
En su contrarréplica, Aizpurua esperaba una respuesta más firme de Sánchez, quien concluyó el debate enfatizando la necesidad de diversificar las relaciones comerciales y explorar nuevos mercados a través del mercado único.