El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha comenzado la última sesión de control al Gobierno interpelando directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre corrupción y sobre feminismo, en relación a los escándalos que han salpicado a exasesores presidenciales y altos cargos socialistas como Santos Cerdán, Koldo García, José Luis Ábalos y, en otro orden de cosas, Francisco Salazar.
«¿Qué atributos vio usted en Cerdán, Ábalos y Koldo para convertirlos en sus asesores de confianza?», lanzaba Feijóo a Sánchez a modo de pregunta retórica que se contestaba él mismo poco después: «Usted no es mejor que ellos, usted es uno de ellos. Los eligió a su imagen y semejanza».
Sobre el caso de presunto acoso por parte de Francisco Salazar a militantes socialistas, Feijóo inquirió: «¿Es Salazar también un gran desconocido para usted?». El líder del PP reprochó que a Salazar le destituyera de Moncloa, pero le mantuviera los ingresos del PSOE. «Y ahora les han pillado dando carpetazo a las denuncias», subrayó.
Siguiendo con el tema, Feijóo añadió: «El feminismo no se predica, señor Sánchez, se practica». También, en una dura declaración, llegó a asegurar que a Sánchez la lección de feminismo se la debieron explicar «en los prostíbulos de su suegro».
En su último cara a cara del año, el líder popular, sin embargo, pasó por alto un tema como la reciente publicación de la sentencia condenatoria al exfiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, pero aprovechó para cerrar su intervención con un resumen: «Lo peor de todo es su corrupción y su cinismo, no tienen presupuestos, no tienen mayoría, no tienen más que escándalos». Después, consideró que el Gobierno está en sus últimos estertores y pidió que no huya más porque su tiempo se ha acabado: «No sea en esto también el último en enterarse».
En respuesta a Feijóo, Sánchez se limitó a responder: «Nosotros asumimos los errores cuando se comenten y actuamos en consecuencia». Seguidamente, hizo un repaso de medidas de su Gobierno con las que dijo haber beneficiado a las mujeres, refutando de ese modo las acusaciones del líder popular. Además, añadió que «el acoso laboral es un problema estructural y sistémico».
