Sumar solicita a Sara Aagesen un plan urgente contra la invasión del alga Rugulopteríx okamurae en España

Sumar demanda a Sara Aagesen un plan de acción para controlar la propagación del alga Rugulopteríx okamurae que daña el litoral español.

En una reciente sesión en el Congreso, Sumar ha exigido la actuación de Sara Aagesen, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, para crear un programa que detenga la propagación del alga asiática Rugulopteríx okamurae, que está afectando gravemente varios puntos del litoral español.

Desde Sumar se ha advertido que este problema está impactando seriamente el medio ambiente, la economía y la sociedad, especialmente en las costas de Andalucía, y se está extendiendo a otras áreas como Cantabria, Murcia y Alicante.

La invasión de esta especie está causando grandes pérdidas en la pesca artesanal y el turismo, con pescadores que diariamente deben liberar sus redes de toneladas de estas algas y playas que pierden su atractivo turístico debido a las acumulaciones de algas. Ante esta situación, Sumar ha propuesto en el Congreso una proposición no de ley para debatir en la Comisión de Industria y Turismo. La proposición busca que Sara Aagesen implemente un plan estatal que incluya la eliminación sistemática de la biomasa de alga en las áreas más comprometidas, colaborando con las comunidades autónomas y utilizando los servicios de la empresa estatal Tragsa, similar a lo hecho anteriormente con especies como el camalote en el río Guadiana.

Además, Sumar urge al Gobierno a desarrollar un soporte económico específico para proyectos que permitan la valorización, comercialización y uso sostenible del alga asiática, para impulsar el empleo local. También se propone establecer compensaciones para el sector pesquero artesanal del Estrecho, gravemente afectado, aumentando las cuotas de atún sedentario en al menos diez toneladas por embarcación.

Finalmente, Sumar aboga por un sistema que regule la compra y venta de alga recogida accidentalmente por los pescadores, estableciendo un precio fijo de un euro por kilo.

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